Rigurosidad en las medidas y optimismo: Presidente de Fedefruta plantea desafíos de la fruticultura frente a una segunda ola de Covid-19

El aumento de contagios y el retroceso completo de la Región Metropolitana a Fase 2 desde el jueves 10 de diciembre, coincide con la inquietud de sector frente a mayores restricciones en enero, a causa de la pandemia.

El presidente de Fedefruta, Jorge Valenzuela, conversó con el diario HoyxHoy, sobre este tema, con citas destacadas a continuación:

Eventual segunda ola de Covid-19

“Si una segunda ola de este virus llega con fuerza suficiente en enero como para generar nuevas cuarentenas duras en regiones y ciudades, en lo operativo se verán muchas complicaciones de orden logístico para el transporte de la fruta, desde las centrales frutícolas hasta los puertos. Se verían retrasos con un producto que, a diferencia de los no perecibles, tiene sus propios tiempos. En cuanto a los cuidados por los trabajadores, solo en la medida que sigamos ejecutando la forma más rigurosa los protocolos de seguridad para evitar contagios en las faenas, podremos seguir operando”.

Cosechas en enero y estado actual de la campaña:

“Hay dos tipos de fruta: las perecibles y las muy perecibles, y varias tendrán su peak en enero. Es este momento nos encontramos con el fuerte de las cosechas de cereza en toda la zona central, y en estas semanas tenemos el desafío de sacar adelante cerca de 50 millones de cajas de esta especie. Las uvas están partiendo sus trabajos de cosecha en el norte, en Atacama, y muy pronto se empezarán en Coquimbo y el Valle del Aconcagua. En enero estaremos en el punto álgido de la temporada, incluyendo otras frutas como carozos y berries. Diciembre, enero, febrero y marzo son los meses en que se concentran las cosechas. Ya tuvimos la experiencia de cosechar y procesar en marzo, abril, mayo, junio y julio de este año tras la declaración de estado de catástrofe, cuando faltaba un tercio de las cosechas, pero en un período de tiempo más extenso. Ahora, en cambio, nos tocará lidiar con mucho más volumen en verano”.

Importancia de la rigurosidad en las medidas:

\”La fruticultura chilena se extiende desde Atacama con las uvas de norte destinadas al mercado norteamericano, hasta Chile Chico, donde se cosecha la cereza más grande del mundo. Entrega una gran oferta laboral, cada año a casi 600 mil trabajadores de los que dependen más de 2 millones de personas. Si entendemos ese impacto, debemos decir que todas las zonas agrícolas y rurales son importantes de proteger de un eventual contagio, naturalmente, por lo que nos hemos preparado estos meses para ajustar todos los protocolos para el cuidado de los trabajadores, y también, para evitar toda contingencia de Covid-19 en nuestros campos e instalaciones. Esa es la manera de proteger el empleo y las cosechas, el ser sumamente responsable con las medidas, independiente de la fase en la que nos encontremos en un determinado minuto\”.

Abastecimiento de fruta ante una eventual segunda ola y desafíos logísticos:

“No creemos que una segunda ola vaya a afectar la disponibilidad de fruta. Las autoridades han definido al agro como un sector estratégico para el país durante la pandemia y hemos trabajado codo a codo en el comité de Abastecimiento, encabezado por el Minagri, para asegurar que los productos agrícolas lleguen a la mesa de las personas. La complicación va definitivamente en el tema de la logística, que puede atrasar los procesos para la fruta, y en la disponibilidad de trabajadores en los peak de las cosechas, fenómeno que ya estamos viendo en el norte de Chile con las labores para la uva de mesa. Tenemos que dar, sin embargo, tranquilidad a la ciudadanía, ya que se vienen volúmenes importantes de fruta, nuevas variedades que son más resistentes en cuanto a postcosecha, y que estarán disponibles para el mercado interno, como lo ha sido siempre en cada temporada estival”.

Disponibilidad de trabajadores durante la pandemia

“Solo podemos reiterar que las restricciones por la pandemia no han hecho posible que personas de otros países como Bolivia o Perú puedan venir a trabajar, y ese es un tema que se ha notado. Se trata de trabajadores con experiencia en estas labores, y lo que debemos hacer ahora es traer a personas de otros lugares dentro de nuestro país, capacitarlas rápidamente para que puedan suplir la falta de experiencia en cosas tan particulares de, por ejemplo, la uva de mesa en el norte, y coordinar la movilización con todas las medidas necesarias de cuidado”.

Optimismo:

“Naturalmente esto (lo explicado anteriormente) significa un alza en costos, pero queremos enfatizar que seguimos siendo optimistas por la presente temporada. Tuvimos un clima este año que ha favorecido la calidad de la fruta, hay volúmenes y demanda importantes por este tipo de alimentos que son sanos e inocuos, y nos hemos preparado durante meses para este panorama de cosechas en pandemia”.

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