¿Qué es OTIC Capfruta y por qué es un actor del rubro de la capacitación?

Apoyar a las empresas en el desarrollo de su capital humano y difundir los beneficios de la capacitación en el agro y sectores productivos, tanto para trabajadores como empresarios, son algunos de los objetivos de este organismo técnico intermedio de capacitación, que nació el 2001 bajo el alero de Fedefruta.

“El perfil de las necesidades de capacitación ha ido cambiando a lo largo de los años. En un comienzo, la formación era esencialmente técnica y reactiva, es decir, se capacitaba cuando ya existía un problema y había que solucionarlo”, señala Carmen Gloria Saldaño, directora ejecutiva de Capfruta. “Hoy en cambio, las acciones de formación están enfocadas a prevenir situaciones de riesgo, a formar buenos líderes, a cumplir con los protocolos que exigen los países compradores, fomentar hábitos de buenas prácticas y a transmitir la misión y valores a todas las áreas de la organización”.

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OTIC CAPFRUTA es un organismo técnico intermedio de capacitación que administra la franquicia tributaria de las empresas asociadas.  En el mercado de la capacitación intervienen 3 actores: Sence como ente regulador y fiscalizador del mercado, los OTEC (organismo técnico de capacitación) que son los que dictan los cursos y mantienen vigente la oferta de capacitación en el sistema y los OTIC (organismo técnico intermedio de capacitación) que son los que administran el 1% de las remuneraciones imponibles de las empresas socias y que destinan a capacitación de sus trabajadores.

El 2001, se inicia el trabajo de OTIC CAPFRUTA, que fue creada bajo el alero de la Federación Nacional de Productores de Frutas de Chile, Fedefruta.

Sus principales objetivos son:

1.- Apoyar a las empresas en el desarrollo de su capital humano y

2.- Contribuir con la difusión de los beneficios de la capacitación tanto para trabajadores como empresarios.

Esto se torna altamente relevante si se considera que el total de la industria, el sector agroindustrial representa el 3.5 % de la inversión en capacitación a nivel nacional.

Si se compara con industrias como la minería, comercio y la banca que representan en conjunto más del 56% del mercado, el sector agroindustrial está lejos de llegar a los estándares que exige una industria competitiva.

El perfil de las necesidades de capacitación ha ido cambiando a lo largo de los años. En un comienzo, la formación era esencialmente técnica y reactiva, es decir, se capacitaba cuando ya existía un problema y había que solucionarlo. Hoy en cambio, las acciones de formación están enfocadas a prevenir situaciones de riesgo, a formar buenos líderes, a cumplir con los protocolos que exigen los países compradores, fomentar hábitos de buenas prácticas y a transmitir la misión y valores a todas las áreas de la organización.

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