Jorge Valenzuela, presidente de Fedefruta: “Estamos en alerta roja por la disponibilidad en los caudales”

Entrevista dada a Revista del Campo

El líder gremial estima que las lluvias de abril no fueron suficientes para terminar con la sequía. Le preocupa el tenor de la discusión sobre el agua en la Convención Constituyente y valora positivamente la reforma al Código de Aguas.

Jorge Valenzuela está preocupado por la situación del agua. El presidente de la Federación de Productores de Fruta ve dos frentes complicados: la sequía y la discusión constitucional. Se ha convertido en un asiduo visitante de varias comisiones que redactan el proyecto de nueva Carta Fundamental, en la que ha expuesto la posición de los agricultores.

Asegura que la falta de lluvias ha obligado a afinar la capacidad productiva de la fruticultura.

\’Llevamos muchos años de sequía y las operaciones frutícolas han seguido funcionando debido a la eficiencia que le hemos metido a los procesos con riego tecnificado, embalses y pozos profundos, entre otras medidas\’.

—En abril hubo lluvias, ¿ven con preocupación o tranquilidad la nueva temporada de riego?

Pese a las lluvias, venimos arrastrando muchas temporadas durísimas por la sequía. Estamos en alerta roja por la disponibilidad en los caudales y según los pronósticos tendremos lluvias por debajo del promedio nuevamente.

—La sequía es especialmente dura en valles del Norte Chico. ¿Qué futuro le ven a la fruticultura de esa zona?

Agricultores como María Inés Figari hablan de una crisis humanitaria y, por desgracia, están en lo correcto. En las movilizaciones frente al edificio del ex Congreso vimos lienzos diciendo que el Choapa se está muriendo. Es un tema que concierne a temas más allá de la producción, estamos hablando de un problema social. El tema del financiamiento y el acercamiento a la banca es un caballo de batalla de los productores del Norte Chico y siempre les vamos a dar nuestro apoyo.

Más allá de la caricatura

—Durante la discusión constitucional el agua ha salido reiteradamente a la palestra. ¿Qué mitos hay respecto de su uso por parte de la fruticultura?

Son muchos. ¿Sabes lo que algunos convencionales piensan de los agricultores como nosotros? Que somos extractivistas, que somos parte del ecocidio, que somos \’agricidas\’, que nos dedicamos al monocultivo, que nuestros productos no son para la alimentación, que ese trabajo lo hacen otros. Dicen que todos nos robamos el agua, que exportamos agua, que dejamos a las comunidades sin agua, que somos personas que hacemos reventar la tierra con nuestros procesos, que con nuestro trabajo dañamos a la comunidad, que no alimentamos a la población, que damos trabajo precario y sueldo miserable, que hemos llevado al mundo rural a la pobreza. Además se dice que somos privilegiados frente a las autoridades. Y para colmo, que nos subsidian, como con el riego. Es una caricatura lamentable. Es triste porque no hay espacio para mostrar nuestros procesos y nuestro real trabajo.

—¿Qué elementos concretos le preocupa de la discusión del agua en la Convención constituyente?

Son muy graves todos los aspectos. No hay que ocultarlo. Una cosa es leer la redacción de los articulados en los documentos e informes, y otra muy distinta es presenciar las comisiones y los discursos de algunos constituyentes sobre los mismos. Esa visión entrega un panorama muchísimo más complejo.

Hemos seguido las conversaciones de la Comisión de Medio Ambiente, y detrás de los artículos que se han ido al pleno hay motivaciones que hay que revelar muy bien. Cuando ecoconstituyentes hablan de proteger las aguas y el ciclo hidrológico, algo que es bueno, en realidad no se considera el uso productivo para las actividades del país. Por el contrario, en una sesión de abril, Carolina Vilches dijo que la idea de proteger el ciclo hidrológico significaba el superar la construcción de \’infraestructura\’ para el \’acaparamiento\’. La intención de otros artículos es \’superar\’ el monocultivo y el extractivismo, como nos tratan a los agricultores en la convención, de hacer una transición de la agricultura de exportación a la agroecología sin entender ninguno de los dos conceptos. ¿Que la ley determinará los demás usos? Queda muy abierto el tema.

Ya está en el borrador la propuesta de la temporalidad de la autorización de usos del agua, cuando se hablaron de los bienes comunes naturales. Por eso se quitó la palabra \’temporal\’ en el último informe de reemplazo de la comisión. De avanzar la idea de los Consejos de Cuenca, los cuales deberán ser compuestos por representantes del Estado, usuarios y sociedad civil con actuación comprobada en la cuenca. Esperamos que los regantes tengan espacio en éstas.

En cuanto a soberanía alimentaria, hay un artículo en que pasó al pleno que habla de seguridad alimentaria y de derecho a la alimentación sana, pero que según la interpretación de algunos convencionales no considera el sistema alimentario como garante de estos derechos. Por el contrario, piensan que los saboteamos con nuestra actividad.

Como si fuera poco, hay artículos transitorios propuestos por la Comisión de Medio Ambiente que buscan derogar el Código de Aguas, caducar los derechos de agua y que ordenan restituirlos en un plazo muy corto, sin indemnización para los rubros productivos. Si eso no es una declaración de guerra, no sé qué es.

El gobierno insiste en que es mejor evaluar el trabajo de la convención según lo que esté aprobado en el borrador. Pero en estas condiciones, yo no apruebo.

—Tras varios años de discusión se reformuló el Código de Aguas ¿Cómo evalúan la reforma?

Se llegó a un código de aguas consensuado. Es adecuado para el consumo humano, la crisis climática, las actividades económicas, y las comunidades. Sin embargo, creemos que aún falta la parte de la planificación hídrica y de institucionalidad. Una DGA como la de ahora puede quedar corta para los desafíos actuales.

Como Fedefruta, también estamos guiando a los productores y a los usuarios para entender las nuevas obligaciones, regularizar derechos, perfeccionarlos si es necesario y tener todo en orden.

Falta capacitación

—¿Cómo evalúan la eficiencia de riego en la fruticultura chilena? ¿En qué aspectos falta avanzar?

Sin duda que falta por avanzar en la capacitación, en el seguimiento a los agricultores que tienen sus predios con tecnologías que no saben ocupar y las dejan botadas. Es una tarea de extensionismo la que hay que hacer, y eso nos permitirá incluir a más productores pequeños y medianos en las prácticas agrícolas sustentables. Esto es algo que hemos planteado al ministro Esteban Valenzuela, para trabajar grandes acuerdos de producción sustentable, que incluya manejos productivos, cuidado de los trabajadores y relación con el entorno, algo donde la eficiencia en riego es importante.

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