Inversión al alza, dólar a la baja

\”Veo un interés muy grande por invertir. Hay clientes que quieren renovar sus huertos para introducir variedades nuevas, que tienen el pago de royalty. Los productores de arándanos están pasándose a la producción orgánica. Quienes tienen plantas procesadoras quieren hacerlas crecer\”, sostiene Michael Wallace, gerente de Agroindustria del Banco Bice.

El ejecutivo cree que en 2018 el sector agrícola seguirá con el impulso del último tiempo. La buena demanda internacional, la creciente llegada de inversiones extranjeras, unidas a un dólar que ha mantenido valores relativamente altos, apuntalan el vibrante momento.

Gustavo Rojas, profesor de la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica, cree que el sector agrícola va a tener un 2018 mejor que el resto de la economía chilena, que debería crecer en torno al 3%.

\”Veo el mercado internacional dinámico, con las principales economías en buen pie. Pienso que las exportaciones agroalimentarias deberían llegar entre US$ 17.000 millones a US$ 17.500 millones en 2018\”, sostiene el docente.

El único punto en suspenso para Rojas es el valor del dólar. La semana pasada bajó la barrera de los $620, su mínimo en tres años. De hecho, la trayectoria durante 2017 fue un tobogán, su cumbre fue a principios de año cuando partió en $670.

\”Mi consejo es que en los proyectos no se considere un valor del dólar superior a los $630. El efecto del precio del cobre y de la llegada de mayor inversión extranjera se va a sentir\”, afirma Gustavo Rojas.

Michael Wallace pone en contexto el aterrizaje del dólar. \”Hace unos años, cuando el dólar llegó a $470, los agricultores anhelaban un tipo de cambio de $520. Quizás en el último tiempo nos acostumbramos a valores más altos\”, dice.

Juan Sutil prefiere mirar el impacto del dólar desde un ángulo más amplio.

Para el presidente de Empresas Sutil, controladora de Coagra y Pacific Nut, entre otras compañías, \”es infinitamente más importante para la actividad frutícola el resultado de la última elección. Los retornos de la fruta no se ven antes de 6 u 8 años y quedó claro que el país quiere más trabajo y desarrollo. Eso es más importante para el productor y los inversionistas que un dólar a $600, pues permite pensar en el largo plazo\”.

COBRE HACIA ARRIBA

Más allá de los horizontes positivos para la inversión, el agro chileno es uno de los más abiertos del mundo. Una parte importante de los ingresos y de los costos de los agricultores están atados al dólar, desde el exportador de cerezas de Curicó al triguero de Victoria.

Para ver cuál puede ser la trayectoria del dólar este año, un elemento central es mirar dónde va el valor del cobre.

Gustavo Lagos, profesor del Departamento de Minería de la Universidad Católica, sostiene que la relación entre los valores del cobre y del dólar es mucho más intensa en Chile que en el resto del mundo.

\”Los inventarios han estado bajando en forma sistemática y van a seguir cayendo, por más que puedan subir en un corto período. Los inversionistas saben que en dos o tres años va a haber poco cobre en el mercado. La demanda va a continuar aumentando, porque no hay proyectos nuevos que estén entrando en producción en 2018 y 2019… La demanda sube un poco más de dos por ciento al año, pero es suficiente para tirar el precio para arriba. Los inversionistas institucionales toman posiciones para dos a cuatro años. El precio del cobre no tiene otro lugar para ir, que para arriba\”, sostiene Lagos.

El profesor de minería cree que el cobre va a estar sobre los US$ 3 la libra en 2018.

\”Podría acercarse a US$ 3,5. Ya estamos en US$ 3,1. Suben las exportaciones, hay más dólares y, por lo tanto, sube el peso. Lo lamento por los agricultores, pero es lo que tenemos. Esta tendencia debería mantenerse dos y más años. En todo caso, conozco gente que le ha achuntado al precio del cobre, pero nadie que le haya achuntado al valor del dólar. Lo garantizo\”, afirma Lagos.

PANORAMA MÁS COMPLEJO PARA CEREALES

La percepción de un horizonte del dólar con precios inferiores a los del término de 2017 parece ganar terreno entre los operadores agrícolas.

En todo caso, el ajuste no sería igual para todos en el agro. Mientras que la mayoría de los frutales encuentran un mercado internacional atractivo, los granos y cereales enfrentan precios bajos. Los mayores stocks mundiales de trigo y maíz que dejó el último ciclo productivo del hemisferio norte harán que en la próxima cosecha chilena de cultivos anuales la baja del dólar se sienta más fuerte.