Columna: Tapón logístico en el momento crítico de las exportaciones de fruta fresca

Jorge Valenzuela Trebilcock, presidente de Fedefruta, en Ediciones Especiales El Mercurio: 

Junto con los atrasos logísticos a nivel global, la escasez de contenedores y el alza en los costos para el transporte marítimo en medio de la pandemia, que han subido entre un 40 y 50%, hemos visto una situación compleja para los productores frutícolas y sus envíos, particularmente a los Estados Unidos.

Las semanas de marzo son las críticas para la temporada de uva de mesa, cuando se trabaja con el mayor volumen de fruta y nos encontramos en el momento más álgido de las cosechas, y en este minuto no contamos con las naves suficientes en los puertos para enviarla a su destino. Esto se ha debido a la menor disponibilidad de buques en el puerto de Valparaíso, donde zarpan naves con cámaras refrigeradas hacia EE.UU., y la falta de estibadores en comparación a otros períodos.

En estas fechas, deberíamos estar embarcando uva de mesa y carozos como los nectarines desde las zonas productivas centrales de las regiones de Valparaíso, Metropolitana y O\’Higgins, junto también con los últimos arándanos de la temporada. Sin embargo, si antes había espacio para trabajar con más de cuatro buques de cámara a la semana para transportar la fruta a los Estados Unidos, ahora apenas contamos con dos, lo que está afectando de forma importante al grueso de los productores que dependen de estas semanas para salir con sus cajas al mercado norteamericano.

En lo que va del enero y febrero de este año, casi el 75% del volumen de uva de mesa chilena se ha destinado a Estados Unidos, y en marzo nos encontramos con el cosechón de esta fruta en la zona central, especialmente en la región de O\’Higgins, donde todo el mundo y las comunas rurales están de cabeza en las labores de cosecha y embalaje. La fruta es un trabajo del cual dependen cientos de miles de personas que se dedican todo el año a diversas tareas en los huertos, para ver los resultados de las cosechas en estos días, y la falta de buques justo ahora para los envíos de fruta fresca es un problema que compromete todo ese esfuerzo.

Esta situación ha llevado a atrasos importantes en la logística de la fruta y la llegada de las cargas a destino, por lo que ha habido problemas con respecto a los compromisos que, como industria, tenemos con los recibidores y distribuidores de Norteamérica, donde existen programas de venta al consumidor que deben ser cumplidos por los supermercados y toda la cadena de suministros.

Comprendemos que los puertos, como el de Valparaíso con el cual hemos sostenido conversaciones a raíz de estas dificultades, están con mucha demanda de embarques de importación y exportaciones de todo tipo de bienes. Hay otros rubros exportadores de nuestro país que embarcan todo el año, los productores de uva de mesa lo hacen solamente en estas semanas de la temporada, y en marzo hemos tenido días críticos en los cuales sí necesitamos de más espacio para embarcar, y de más estibadores para trabajar las cargas.

Por eso solicitamos que, por estas dos semanas, nos faciliten espacio para que los buques con cámara refrigerada puedan trabajar con mayor frecuencia, se aumente la capacidad de atraque los terminales de TPS, y se pueda subir la dotación de estibadores en estos días, en los que nos encontramos en los últimos embarques previo al marketing order en los Estados Unidos, que nos obliga a despachar la fruta antes de esa medida.

Por otros motivos -problemas logísticos a nivel global-, es que un viaje a Filadelfia, que es el principal puerto de llegada de la fruta chilena a los Estados Unidos, se demora cerca de un mes ahora, cuando lo usual eran 15 días, como nos han dicho varios productores. Otros, que envían fruta a Colombia, han visto que el trayecto que tomaba con anterioridad nueve días, ahora se alarga a 25. Aquello, junto con el alza de costos, ha estado complicando mucho el resultado de la temporada.

Estamos hablando de un producto que es muy perecible, y esa misma perecibilidad dicta los tiempos cuándo debe cosecharse, embalarse, transportarse. Creemos que la fruta debe tener prioridad de embarque en estas semanas del año.

Como productores frutícolas, esperamos que el puerto de Valparaíso, tanto TPS como TPV que son los operadores, se comprometan en las próximas temporadas a brindar las condiciones para volver a la capacidad de embarque que requiere la exportación de fruta. Es muy importante para nosotros el compromiso por parte de ellos.

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