Agricultores de tomates apuestan por el desarrollo sostenible de la agroindustria a través de reciclaje de residuos

La región de Valparaíso concentra el 17% de la superficie nacional plantada para tomate de consumo, con 716 ha, siendo las comunas de Limache, Olmué y Quillota las que reúnen el 93% de la superficie cultivada en la región. Esta intensa producción en la zona genera toneladas de residuos orgánicos e inorgánicos, que muchas veces no obtienen su gestion adecuada por falta de conocimiento de buenas prácticas y mal uso, lo que deriva en daños a los suelos, al medio ambiente y a la comunidad.

En este contexto nace el Programa Asociativo de Fomento (PROFO) de reciclaje y revalorización de residuos. La Cooperativa “Weltun Mapu” proyecto cofinanciado por CORFO e intermediado por FEDEFRUTA F.G., tiene el objetivo de valorizar los residuos para minimizar el impacto de estos en su entorno. A través de esta asociatividad, un grupo de empresarios ha demostrado su compromiso por el desarrollo sostenible de la industria en la zona, haciéndose cargo de sus residuos y reincorporándolos en el circuito económico.

El centro de compostaje se ubica en Limache, siendo la única empresa en la zona que se dedica a trabajar el compost con un solo tipo de residuo. Es un servicio de reciclaje que gestiona residuos principalmente de tomates y otros cultivos como pepino y pimentón y desechos de materia orgánica que se retira de los predios, que se llevan al centro de compostaje, donde pasa por un proceso de control, trazabilidad y estándares de calidad que permiten ofrecer al mercado un producto de primera categoría.

Son 9 los empresarios de tomates de Limache y Olmué que participan del PROFO donde se reciben plantas para el reciclaje de toda la zona y se espera crecer hacia otras localidades instalando nuevos centros de compostaje. La inciativa permite comercializar los sustratos en circuitos cortos, comercializando los productos con los mismos productores de tomate de la zona.

Proceso de compostaje

Dentro de los objetivos de este proyecto PROFO está el cumplimiento de este proceso de compostaje bajo la NCH 2880, que exige la trazabilidad e inocuidad, y le asugra al mercado que cumple con estándares mínimos de calidad. En el proceso de compostaje se utilizan  únicamente los residuos de las plantas de tomate y microorganismos específicos que se encargan de degradar la materia orgánica.

Entre los cuidados se encuentran los volteos mensuales, la aplicación de microorganismos, el tapado para evitar que se deshidraten las plantas, el control de temperatura, entre otros aspectos. Luego el material se envasa y se envía a predios, jardines o viveros.

Actualmente, se encuentra en ejecución la primera etapa de desarrollo, que tuvo un apoyo por parte de CORFO por los próximos meses pensando en una renovación del proyecto cuando este llegue a su fin. La cooperativa aspira a convertirse en una entidad reconocida, consolidada en gestión de residuos agroindustriales y comunitarios, siendo proveedores de un producto de calidad ya que su trazabilidad se conoce al 100%, y que potencia los microorganismos nativos del sector.