Presidente de Fedefruta: \”La escasez hídrica tiene detenida la inversión frutícola en zonas afectadas por la sequía\”

Entrevista realizada por el Mercurio Valparaíso

Este año será el más seco desde fines de la década del 60. Ese dato por sí solo da para preocuparse en una región que desde hace una década convive con la escasez hídrica. Y, por supuesto, uno de los sectores más inquietos con esta realidad es la agricultura, considerando que es polo estratégicos en materia de comercio exterior.

Es así que uno de los objetivos del país en cuanto a envíos es transformarse en una potencia agroalimentaria y, en ese plano, la Región de Valparaíso tiene un rol importante. \”Es necesario contar con una matriz hídrica que sostenga el desarrollo de las regiones y sus actividades económicas\”, advierte el presidente de la Federación de Productores de Fruta de Chile (Fedefruta), Jorge Valenzuela, que está preocupado por lo que sucede en la zona central del país y particularmente en Valparaíso.

PRODUCIR CON MENOS

– Frente a la situación de sequía que empeorará, en particular para la Quinta Región, debido al déficit de precipitaciones y nieve en la cordillera, ¿de qué forma los productores se están adaptando a estas condiciones?

– Este quizás sea el principal problema hoy en día en la producción frutícola de la zona central, el cómo seguir produciendo con menor recurso hídrico. Y en ese sentido, lo primero que me gustaría decir es que de haber una infraestructura con obras civiles para el embalse de agua, la situación no sería tan compleja en regiones como la de Valparaíso.

– ¿Por qué lo dice?

– Veamos, por ejemplo, lo que ocurre en la Región de Coquimbo, que pese a tener un 88% de déficit en las precipitaciones, aun cuenta con dos temporadas más de riego debido a la acumulación de agua en los embalses construidos en la zona. La situación es compleja, claro está, pero todavía cuentan con agua embalsada para riego. Además, un buen porcentaje de la superficie regada, hoy en día está bajo sistemas tecnificados, lo que ayuda a sortear una crisis como la que estamos viviendo, junto con otras prácticas de manejo agronómico necesarias de impulsar en los distintos frutales, con objeto de sobrellevar la sequía. También estamos fomentando como gremio la agricultura de precisión, por medio del uso de sensores para determinar con exactitud del requerimiento hídrico de una planta; y hoy, en la situación que nos encontramos, toda incorporación de tecnología es un aporte.

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CULTIVOS LIMITADOS

– En este escenario, ¿pueden seguir creciendo los terrenos para cultivos o van a quedar limitados a sus producciones actuales?

– Hay que decir lo siguiente: la escasez hídrica tiene detenida la inversión frutícola en las zonas afectadas por la sequía y eso es algo que hemos visto y transmitido en todos los encuentros que hemos realizado con fruticultores en el país. Más del 90% de una fruta como la uva, por ejemplo, es agua, y el no disponer de este recurso de forma adecuada nos pone en una situación complicada en los planes de inversión. Requerimos de forma urgente, por ejemplo, avanzar en una reconversión frutícola con variedades atractivas para los mercados y rentables para los productores. Y para ello es absolutamente fundamental contar con infraestructura para el riego a largo plazo que nos permita aprovechar este boom frutícola sustentado por la nueva genética.

– Si la situación se mantiene y mientras no exista infraestructura que asegure el riego, como los embalses, ¿están en riesgo los volúmenes de exportación de la zona, tanto en calidad como cantidad, recordando que el Valle del Aconcagua es un polo de producción frutícola? ¿Cuál es el impacto en el empleo que puede tener esta situación?

– Es muy temprano decirlo, tanto en el impacto de la calidad como de volumen y en el empleo. Primero hay que ver cómo se viene la primavera próxima y cómo serán las brotaciones para poder calcularlo, pero si se viene otro año con sequía, sí podrán verse afectados los tamaños de la fruta o los volúmenes en algunas especies. Por el momento, es muy temprano dar alguna estimación, pero de mantenerse la situación, sí veremos efectos.

MESA DEL AGUA

– Ustedes van a impulsar un diálogo para acelerar la construcción de embalses en la zona. ¿Son partidarios de concesionar el levantamiento de este tipo de estructuras?

– Efectivamente, estamos proponiendo un diálogo a nivel país para enfrentar esta situación, que va más allá de la construcción de embalses. Hemos solicitado la conformación de una Mesa Nacional del Agua, donde autoridades, parlamentarios, comunidades y usuarios podamos sentarnos y llegar a puntos en común que nos permitan accionar un plan y coordinar de forma seria todas las medidas que aseguren el abastecimiento de agua en los próximos años para el consumo humano, para las actividades económicas y para la seguridad del país.

– ¿Se ha perdido tiempo?

– Hemos perdido años discutiendo temas legales sobre el uso del agua y sólo recién empezamos a darnos cuenta como país que no tenemos estrategias para adaptarnos a la menor disponibilidad hídrica y al cambio climático. Debemos tomarnos este asunto con la seriedad que merece, de la misma forma que con la sequía de fines de los 90, que provocó un racionamiento eléctrico en la zona central. Por esa crisis, en Chile se generó una política energética cuyos beneficios han sido claves para el desarrollo de nuestro país en este siglo y ahora nos encontramos en una encrucijada similar con el agua. Lo que nos une como país ahora es la escasez hídrica y por eso creemos que una Mesa Nacional de Agua es una prioridad.

– ¿Pero en el sector están dispuestos a ser parte del financiamiento?

En esta mesa queremos dar a entender que los fruticultores están dispuestos a aportar para el financiamiento de obras civiles que aseguren el riego bajo el modelo de embalses concesionados, de lo que somos absolutos partidarios. Junto con eso, tenemos que acelerar los trámites de estos proyectos, ya que los estudios de factibilidad o ambientales no pueden tomar más de dos años para su aprobación. Además, hemos planteado acciones como la recuperación de acuíferos, el avanzar en proyectos país como la carretera hídrica, o incluso otras soluciones como la desalinización, con el fin de contar con una matriz hídrica que sostenga el desarrollo de las regiones y sus actividades económicas.

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