Mesa Nacional del Agua: una instancia necesaria

Jorge Valenzuela, presidente de Fedefruta, advierte en su columna a Revista del Campo que la sequía que afecta al país no tiene precedentes, por lo que se requiere de una reacción en conjunto. Si esto no sucede, es posible que el agua se acabe tanto para los sectores productivos como también para el consumo humano.

La columna, a continuación:

Si la inversión en los campos está detenida, el motivo es la falta de agua. Evidentemente, nos enfrentamos a un panorama en que la disponibilidad hídrica está en un punto crítico, con una sequía con pocos precedentes en nuestra historia como país agroexportador. Pero además nos hemos dejado estar frente a esta problemática, o simplemente no le hemos tomado el peso real a lo que está ocurriendo.

Si no reaccionamos y actuamos en conjunto, quizás nos quedemos sin agua no solo para los sectores productivos, sino también para el consumo humano.

Valoramos los anuncios del Presidente Piñera con respecto al Plan de Embalses; el trabajo de ministerios como de Agricultura y Obras Públicas, y el de las regiones que están destinando recursos para hacer más eficiente el riego con solo el 15% del agua de cordillera hacia el mar que tenemos disponible. Sin embargo, no vemos que haya continuidad, claridad no continuidad, en las medidas que debemos tomar y, por el contrario, sí percibimos muchos desencuentros que no han permitido ejecutar tareas ni avanzar en acciones concretas.

Fue por eso que nos acercamos al presidente de la Cámara del Senado, Jaime Quintana, y le propusimos la conformación de una Mesa Nacional del Agua, una instancia en que políticos y parlamentarios, regiones y zonas rurales, gremios y movimientos nos juntemos para coordinar un plan de trabajo, y podamos concretarlo antes que Chile termine secándose.

Creemos que las tareas deben ser abordadas en conjunto, de forma paralela, considerando la operación de embalses concesionados para los sectores que requieren de agua para sus procesos, pues nosotros la necesitamos y como productores estamos dispuestos a aportar para la seguridad del abastecimiento hídrico. Al mismo tiempo, debemos avanzar firmemente en el proyecto de una carretera hídrica, como también en la recuperación sistemática de acuíferos, en el traspaso de tecnologías para el riego, y por qué no, en la desalinización.

Podríamos seguir hablando de reconversión y financiamiento, de acceso a nueva genética y mercados emergentes para nuestros productos agrícolas, pero nada de eso será sostenible si no abordamos el tema del agua como país ahora.

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