Megasequía: Lo verdaderamente urgente

Columna de Jorge Valenzuela Trebilcock, presidente de Fedefruta, en Revista Del Campo de El Mercurio.

Entre la contingencia del coronavirus y sus efectos en la fruta, fue muy positivo que el sector pudiera dar a conocer sus propuestas para afrontar la megasequía. Esto, porque la situación en la que estamos se debe no al tema jurídico de la propiedad del agua, sino a la falta de decisión, de inversión seria en los últimos 30 años, la cual nos podría haber ayudado a adaptarnos como país al cambio climático.

Marzo es un mes clave para revisar el panorama, y si bien más de la mitad de los predios frutícolas está bajo algún sistema de riego tecnificado, hay productores que han debido dejar de cosechar cerca del 40% de su fruta. Agregaría, además, que las especies de menor rentabilidad han sido muy castigadas por el tema hídrico.

Entre las acciones que necesitamos, diría que absolutamente todas tienen un sentido de urgencia. Sin embargo, lo que hemos planteado como gremio es que se construyan matrices hídricas por región, dependiendo de las particularidades y posibilidades de cada zona, como también de sus cuencas hidrográficas. Por qué pensar solo en megaembalses, si podemos recurrir a infraestructuras de menor tamaño, que serán más rápidas de levantar y traerán una solución desde ya al problema. Consideremos también la desalinización, la recuperación de acuíferos o incluso la reutilización del agua, entre muchas otras medidas.

Estos son puntos que pueden abordarse con decisión, pero solo si tenemos la voluntad de hacerlo. ¿Qué nos falta? Una institucionalidad clara por parte del Estado, y eso es algo que nos preocupa. No hay un solo responsable del agua a nivel estatal, uno solo que fije todas las políticas necesarias de inversión y que nos permita ponernos de acuerdo y avanzar. Eso hoy cuesta mucho, pues hay más de 40 entidades gubernamentales que trabajan relacionadas al agua.

Por último, entendemos las palabras del Ministro Antonio Walker, cuando dijo que no tiene recursos para enfrentar una sequía de esta envergadura. Es imposible solucionar un problema que no se ha resuelto en 30 años con el presupuesto anual de uno o dos ministerios. El tamaño de la inversión que se requiere es muy superior. 

A partir de este mes, como Fedefruta volveremos a recorrer las regiones fruticultoras para reunirnos con las respectivas asociaciones locales y analizar más propuestas, porque es claro que si en Chile no tenemos agua, es imposible pensar en trabajar y subsistir.

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