El atractivo del acuerdo para orgánicos que sellarán Chile y Brasil

Se trata de la primera vez que los brasileños negocian en este ámbito con otro país, lo que abriría oportunidades para frutas frescas y congeladas, frutos secos y pulpas, y también para la importación de ingredientes para orgánicos procesados que no están disponibles en el mercado local.

El objetivo que fijaron las autoridades sanitarias chilenas para unificar normativas y reconocimientos de normas con otros mercados en productos orgánicos sigue dando buenos resultados.

Al acuerdo de equivalencia alcanzado hace un año con la Unión Europea (UE), ya vigente, en los próximos meses se sumaría la firma de un memorando de entendimiento -conocido como MOU, por su sigla en inglés, de Memorandum of Understanding- con Brasil, que sería el primero de este tipo que ese país concreta.

Se trata de un acuerdo en el que se establecerán las semejanzas y analogías entre los sistemas de certificación para los orgánicos de ambos países, lo que permitirá la comercialización libre de esos productos chilenos y brasileños, al aplicarse un Plan Técnico Operacional emitido por el SAG y firmado por las autoridades técnicas de los dos países.

\”Los productos orgánicos que cumplan con la normativa chilena podrán ingresar a Brasil con el sello orgánico de ese país, y los que cumplan con la normativa brasileña podrán ingresar a Chile con el sello orgánico chileno\”, detalla un documento elaborado por ProChile, y menciona que los productos deberán llevar ambos sellos.

El memorando también apunta a la cooperación e intercambio técnico para desarrollar el mercado orgánico no solo como parte de las políticas públicas de Brasil y Chile, sino que también en el área técnica, aunque desde el SAG reconocen que es un acuerdo menos complejo que el con la UE.

\”Con Brasil vamos a reconocer nuestros sistemas normativos, pero estamos trabajando bajo la premisa de que tenemos normas que no son iguales, que tienen algunas diferencias, las que vamos a resolver a través de declaraciones adicionales y que son parte de la negociación\”, explica el jefe del Departamento de Agricultura Orgánica del SAG, Claudio Cárdenas.

En cuanto al alcance que tendrá el acuerdo -que abarca a los productos de origen vegetal, frescos como procesados, incluyendo a los vinos orgánicos-, desde ProChile recalcan que otra de las ventajas será la experiencia de Brasil.

\”Es un país que tiene una historia de muchos años y está mucho más desarrollado que Chile en materia de orgánicos, por lo que además es un beneficio para que el país vaya ajustando su normativa a un nivel acorde con los cambios tecnológicos y con las investigaciones que están permitiendo generar nuevas oportunidades y flexibilización de la normativa\”, comentan.

El atractivo de Brasil

Además de ser el mayor mercado de Sudamérica, en el área de los orgánicos Brasil también es un destino muy atractivo, aunque solo se ubica en el decimosexto lugar de destino de los orgánicos chilenos, con envíos por US$ 1,7 millones al cierre de 2017, con el aceite de oliva y los vinos como los líderes.

Allí, seis de cada diez consumidores compran productos orgánicos, lo que corresponde a un 15% de la población. También tiene un fuerte potencial exportador.

De hecho, la superficie cultivada con orgánicos suma unas 950 mil hectáreas y tienen un crecimiento promedio anual de la producción de 30%, con envíos por unos US$ 150 millones durante 2017, según cifras del Consejo Brasileño de la Producción Orgánica y Sustentable (Organis).

Aunque buena parte de la producción se orienta al mercado interno, la oferta exportable de los brasileños es la caña de azúcar, arroz, café, cacao, palmitos, miel y castañas, entre otros, que se complementan muy bien con la oferta chilena.

\”El acuerdo permitirá abrir una opción de complementariedad de productos, dado que en Chile podremos contar con algunos que hasta ahora era difícil de conseguir\”, indican en ProChile.

Por otro lado, el gerente de Operaciones de la certificadora Ecocert, Cristián Carranza, resalta que se podrían ver potenciados productos chilenos como las manzanas orgánicas, que no han podido entrar con fuerza al mercado brasileño.

\”También el acuerdo puede dar pie a producciones en otros ámbitos, que en Chile a la fecha no tenemos, porque no existe el consumo o la necesidad, pero que sí se podrían llevar a cabo para el mercado brasileño, como materias primas\”, proyecta.

Desde el SAG, Claudio Cárdenas resalta que Brasil es el único país de Latinoamérica que se puede definir como una vocación de importador de orgánicos, aun cuando a nivel interno es un área muy desarrollada, lo que genera un potencial muy atractivo para Chile, especialmente porque es la primera vez firman un acuerdo de este tipo.

\”Probablemente vieron en Chile un sistema de certificación y control del Estado que les da garantías. No es fácil que se den fraudes, porque en la certificación chilena hay un control que asegura la trazabilidad de un producto orgánico\”, precisa.

Opción para la pequeña agricultura

A diferencia de lo que ocurre con el acuerdo alcanzado con la UE, que no incluye a las organizaciones de pequeños agricultores, los que dependen de la supervisión directa del SAG para obtener su certificación de la norma chilena, el memorando que trabaja con Brasil los contempla.

\”La gran novedad que tiene este tipo de reconocimiento con Brasil, y que no tiene ningún otro país, es que se estableció como una premisa el reconocer a todos los sistemas de certificación que tiene cada país. En efecto, reconoce nuestro sistema de autocertificación o de certificación de primera parte que se hace a través de asociaciones de agricultores ecológicos\”, confirma Claudio Cárdenas.

Al mismo tiempo, Chile se compromete a reconocer los sistemas de primera parte que tiene Brasil, los que se dan a través de los Sistemas Participativos de Garantías (SPG).

La asesora del Ministerio de Agricultura María José Irarrázaval destaca que los productos orgánicos son un nicho ideal para los pequeños agricultores.

\”Estamos trabajando en forma potente en programas de asociatividad que faciliten los sistemas de comercialización de los productos, y desde la Agencia Chilena de la Inocuidad Alimentaria se está haciendo un esfuerzo importante en la capacitación de pequeños productores\”, afirma.

Pese a ese potencial, Cristián Carranza comenta que las certificaciones de Ecocert para la norma brasileña representan solo el 5% de todas las que realizan para distintos mercados, por lo que el desarrollo de ese mercado podría tomar tiempo, y los beneficios del acuerdo se verían a mediano y largo plazo, especialmente en el caso de los pequeños productores, que se enfocan en el mercado nacional.

\”Habría que evaluar su impacto a futuro, porque ahora no creo que el acuerdo tenga un impacto para ellos. Estas agrupaciones se orientan al mercado nacional y, no porque se abra el mercado de Brasil, van a pensar inmediatamente en exportar\”, explica, aunque cree que sí es un incentivo para que algunos comiencen a trabajar con esa mirada.

Aprovechar la Biofach latina

La feria de productos orgánicos más reconocida en el mundo, la Biofach, que se realiza en Alemania, tiene su versión latinoamericana y se realiza todos los años en Brasil, Sao Paulo, con el nombre de Bio Brazil Fair, y puede convertirse en una oportunidad aún mayor al concretarse el memorando de entendimiento con Chile.

En su última versión, realizada los primeros días de junio, Chile por segunda vez participó con un stand como país, donde no solo estuvieron las empresas con potencial exportador, sino que también representantes de las asociaciones de pequeños productores que a futuro podrían acceder en forma más expedita a ese mercado.

\”La estrategia comercial de Chile en productos orgánicos es incrementar e incorporar otros productos a la oferta exportable chilena en el mercado, cumpliendo con la creciente demanda de un mercado como este\”, proyectan en la oficina comercial de ProChile en Brasil.

De acuerdo con eso, durante los últimos meses han realizado talleres en Santiago, La Serena y Puerto Montt para informar a los exportadores chilenos sobre los alcances del acuerdo y los cambios en cómo se llevará a cabo la certificación.

Por otra parte, a nivel internacional, el acuerdo de equivalencia de normativas de sellado con la Unión Europea y este próximo memorando de entendimiento que se firmará con Brasil siguen pavimentando el camino para avanzar con otros mercados de destino relevantes para Chile, como Estados Unidos.

Con ese fin, el año pasado las autoridades del SAG solicitaron formalmente al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) comenzar a trabajar en un reconocimiento similar, para conocer cuáles son los temas que les interesaría negociar, y también están en conversaciones con Suiza para concretar un acuerdo parecido al firmado con la UE.

Fuente: Revista del Campo

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