¿Cómo combatir el comercio ilegal de plaguicidas?

Los plaguicidas falsificados y/o adulterados representan una amenaza para la agricultura ya que pueden causar severos daños en todos los niveles de la cadena alimenticia, perjudicar los campos e incluso provocar que las exportaciones sean prohibidas, así como también pueden ocasionar pérdida de la cosecha debido al resultado no efectivo del producto falsificado, adulterado. 

¿Qué se considera un plaguicida falsificado? Son productos adulterados que pueden contener parte o nada del ingrediente activo indicado en la etiqueta o traerlo en otra concentración o contener cualquier otro ingrediente activo distinto al indicado en la etiqueta. En su mayoría son comercializados a un precio y en condiciones que no están dentro de las prácticas del mercado formal, esto es, a valores mucho menores que los productos originales y su peligro radica en la posible inclusión de componentes desconocidos que no se han probado ni autorizado, lo cual hace que sean menos eficaces y nocivos para los cultivos. 

Los plaguicidas ilegales no cuentan con autorización del Servicio Agrícola y Ganadero para su uso en el país, lo que implica la ausencia de pruebas de calidad que garanticen que los componentes químicos son eficaces y cumplen con las pautas regulatorias locales, pudiendo afectar la salud de trabajadores, consumidores y el medio ambiente. 

Para evitar ser engañados por el comercio ilegal, los agricultores deben tener presente las siguientes recomendaciones básicas:

  • Solo comprar plaguicidas en proveedores autorizados.
  • La factura debe incluir el detalle correcto de la compra.
  • Asegurarse que los productos estén autorizados por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).
  • Verificar que los envases son originales y se encuentran correctamente sellados. Rechazar envases deteriorados, con filtraciones o con sello adulterado.
  • Rechazar envases que no posean la etiqueta original.
  • Reportar cualquier plaguicida falsificado y/o adulterado a las autoridades.

“Los productos destinados a proteger los cultivos, señala M. Elvira Lermanda, gerente general de AFIPA, son el resultado de 10 años de riguroso trabajo científico que respalda su desarrollo, a fin de garantizar que no afectarán la salud del aplicador, del consumidor ni al medio ambiente, si son usados conforme las instrucciones señaladas por los fabricantes y que se detallan en la etiqueta. Los productos fitosanitarios se someten a más de 120 estudios toxicológicos y ecotoxicológicos, los que permiten determinar su comportamiento a corto, mediano y largo plazo\”.

¿Cómo combatir el comercio ilegal de plaguicidas? 

Los plaguicidas ilegales amenazan el desarrollo, destruyen cultivos y generan pérdidas económicas. El comercio ilegal es un delito, ¡únete al combate contra la falsificación y el contrabando de plaguicidas ilegales!

Te invitamos a ver esta infografía sobre los consejos que debes seguir para evitarlo.

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