Columna Fedefruta: La Fruticultura preparada para correr su maratón

Por Jorge Valenzuela Trebilcock, presidente de Fedefruta, en columna para Revista del Campo.

Cuando partió la pandemia en nuestro país allá por marzo, los productores de fruta -ni la sociedad occidental en general- pensábamos que esto se iría a extender por tanto tiempo. Sin embargo, la realidad nos tiene frente a un desafío sin precedentes en la industria frutícola, el cual es proteger a todos los trabajadores y quienes nos desempeñamos en este rubro, sacar adelante la producción en tiempos de Covid-19, evitar contagios entre las personas insertas en la actividad, y mantener la confianza de los consumidores y los mercados en la inocuidad de nuestra oferta.

Nos encontramos a fines de año y en las primeras semanas del fuerte de las cosechas de la temporada, y el trabajo conjunto entre productores, exportadores, autoridades nacionales y sus contrapartes en el extranjero ha sido muy meticuloso, y riguroso. Las reuniones han sido claves para determinar y dar a conocer las acciones, difundir instructivos para las medidas adicionales en huertos y centrales, y prepararnos para una temporada en la que debemos estar alertas como siempre, aunque preparados como nunca al mismo tiempo.

A diferencia de otros sectores que vieron sus actividades detenidas por la pandemia durante el primer semestre del 2020, nosotros hemos podido seguir durante estos meses, por lo que nos fuimos “entrenando” para la situación de ahora, en la que entramos de lleno al momento de la verdad. En estas semanas, con la partida de las cosechas de cerezas en la zona central, empezamos a correr nuestra maratón, con gente en los campos, con gente en los packing de fruta, y los protocolos de seguridad que debemos cumplir al 120% para llegar a la meta.

Lo primero es la seguridad de nuestros trabajadores, de todos los que trabajamos en el agro, y hemos estado tomando todas las medidas necesarias para aquello. Al mismo tiempo, hemos acordado acciones para la tranquilidad de los mercados y que incluso van más allá de las exigencias que nos han planteado. Junto con eso, seguiremos participando en instancias como el Comité de Exportaciones encabezado por el Minagri, para que el accionar sea lo más uniforme posible, y seamos capaces de anticiparnos a cualquier problema.

Es natural pensar que nos encontramos frente a una de las temporadas más exigentes en la historia de la fruticultura chilena, en términos de volúmenes, la logística asociada y las medidas para evitar contagios y trazas de coronavirus. No obstante, gracias a la manera en que nos hemos organizado es que podemos mirar con mucho optimismo estas tareas.

Por el momento, llamamos a los productores a trabajar de la forma más ordenada y unida esta temporada, y sacar a relucir nuestro ADN de adaptación a los imprevistos, y de innovación ante los retos. Porque, sin duda, tenemos una responsabilidad como fruticultura en la generación de empleo, y con la salud de los trabajadores y consumidores.

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