Cambios estructurales: La uva no puede seguir esperando (columna Fedefruta)

\”Necesitamos cambios estructurales importantes (en la uva de mesa) si es que queremos mantenernos en la dinámica de la compra de la fruta por parte de los grandes supermercados\”, escribió Jorge Valenzuela, presidente de Fedefruta, en Revista del Campo.

A continuación, su columna.

La semana pasada comenzó la cosecha de uva de mesa en el valle de Copiapó, lo que dio inicio a una temporada que vemos compleja desde lo comercial. Ya se sabe del exceso de oferta en Norteamérica luego de que los productores californianos no pudieran enviar su fruta a China, a causa de la guerra comercial entre ambos países, y muchos optaran (nota: previo a la tregua pactada) por distribuir su uva a nivel local. Perú, además, está recuperando sus volúmenes, producto con el que coincidiremos en EE.UU. cuando lleguemos.

Esta situación nos hace recordar la temporada 2016-2017, cuando un gran porcentaje de nuestros envíos de uva de mesa se adelantó y concentró en dicho mercado, lo que significó atochamientos de fruta y precios no solo muy por debajo de lo previsto, sino que también retornos que desataron una crisis a nivel social, como en la provincia del Limarí.

Mencionado aquello, en los próximos días tendremos el análisis de liquidaciones 2018 de la uva de mesa, con el que damos a conocer los retornos promedio que han recibido los productores, y ya podemos anticipar que el panorama en algunas variedades y zonas es complejo. Eso muestra que la situación de la uva de mesa chilena va más allá de las coyunturas de cada temporada, pues es permanente, y que necesitamos cambios estructurales importantes si es que queremos mantenernos en la dinámica de la compra de la fruta por parte de los grandes supermercados.

Hicimos un alto en la contingencia por la granizada, a mediados de noviembre, para ser parte del Día de la Uva de Mesa en San Esteban, donde los gremios agrícolas de Los Andes y San Felipe convocaron a expertos de Uvanova, autoridades y cientos de productores con el fin de poner los principales temas sobre la mesa.

Allí hablamos de la necesidad de una reconversión bien diseñada, en función de las exigencias del retail que demanda variedades distintas y fruta con otros atractivos, además de alternativas de financiamiento para esta tarea y responder con decisión, ya que la uva de mesa chilena no puede esperar más para recuperar de lleno su competitividad.

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