Antonio Walker, futuro ministro de Agricultura: “Me encantaría que la derecha sea cada vez más de centro”

El empresario defiende su postura política independiente y afirma que no se siente inhibido en marcar su posición en el futuro gobierno. En materia ministerial asegura que se debe modificar el Código de Aguas.

El futuro ministro de Agricultura, Antonio Walker, se reunió ayer con el presidente electo Sebastián Piñera para abordar los principales desafíos de su cartera. El hermano de los históricos parlamentarios democratacristianos siempre ha sido independiente y afirma que prefiere mantenerse en esa condición política. Dice que todavía no hay un partido que lo identifique completamente, aunque, por ahora, dice que si tuviera que elegir uno, sería Evópoli.

El empresario asegura que ve a Chile Vamos más abierto y añade que se debe seguir ampliando.

Usted es de una familia democratacristiana, partido que ha estado en la otra vereda de Chile Vamos. ¿Por qué usted decide ser parte de un gobierno donde incluso la UDI tiene un gran protagonismo?

Yo soy independiente y de centro. Voté por la Concertación hasta el gobierno de (Ricardo) Lagos y mi postura política cambió cuando la Concertación se fue izquierdizando y cuando en esa nueva alianza que se formó, la Nueva Mayoría, se reniega de la obra de la Concertación. Eso me fue alejando de ese mundo y también me fui encontrando con un presidente Piñera captando el centro, ampliando Chile Vamos y con un énfasis muy importante en el apoyo del emprendimiento. Yo he sido un emprendedor en los últimos treinta años y veo que se ha agregado al mundo del emprendimiento una clase media emergente muy potente, y eso yo no lo vi en la Nueva Mayoría. Fui conversando con el presidente Piñera, también de política, y hemos visto cómo el mundo independiente siempre se movía hacia la izquierda un poco con el fantasma de la dictadura militar, pero ya ha pasado mucho tiempo y vemos como hay una parte muy importante del centro que quedó huérfano después de la Concertación y quizás se ha movido hacia la centroderecha y ese es mi caso.

¿Por qué no militó en la DC al igual que sus hermanos?

Porque mis hermanos son militantes desde muy jóvenes, se han dedicado a la política desde jóvenes también y yo siempre he sido empresario, he estado muy dedicado al tema gremial y ahí canalicé un poco mi veta política. Nunca me llamó la atención meterme en política, siempre lo vi como un amor platónico y de repente se me da esta posibilidad y la verdad es que me he sentido muy cómodo en esta centroderecha que busca el centro. Nunca había tenido un problema con la DC, al contrario, me identifiqué en un tiempo fuerte con ellos, pero hoy el país está en otra etapa y yo también.

¿Cuáles son las ideas de la derecha que a usted lo identifican?

Lo que la Concertación reniega de gran parte de su obra. Aquí hay un presidente y una centroderecha que sí cree en el emprendimiento y en esta nueva clase media emergente. Yo veo a una derecha que se ha centrado y una centroizquierda que se ha izquierdizado y uno quedó fuera de ese mundo.

¿No le incomoda estar en el mismo gobierno que la UDI?

No me incomoda, porque, por otro lado, la Nueva Mayoría está con partidos que tienen muy poco que ver con la Concertación. La UDI, luego de treinta años de la dictadura militar, mira distinta la postura que tuvo hace 25 o 30 años. Yo he tenido una buena relación con Juan Antonio Coloma, Hernán Larraín, Pablo Longueira… veo que es gente que tiene mucha autoridad moral para hablar de política. La verdad es que me siento más cercano a un centro político, pero si tuviera que decir un partido político digo Evópoli. Aunque creo que en la UDI hay gente muy buena. El otro día conversando con Pablo Longueira yo veía que él representa a un José Miguel Insulza en esta centroderecha. Entonces, uno quiere a esta gente seria, que mire para adelante y no hacia atrás. Lógicamente que de la ideología de la UDI no me siento cercano.

¿Usted habla recurrentemente con Pablo Longueira?

Yo no soy político y no tengo partido político, entonces, me da susto quedarme un poco solo en el gobierno. Dije ‘qué mejor que conversar con Pablo Longueira para un consejo político’ y la otra vez fui a hablar con él y lo que más me impactó es su sentido social. Porque entre tanta política se nos olvida que el principal rol es sacar a Chile de la pobreza.

¿Cómo se maneja la soledad política del independiente?

Eso nos pasa a todos los independientes, pero hay que comunicarse muy bien con todos los partidos, ir acercándose a gente con la que uno tiene la misma sensibilidad.

¿Mantendrá su independencia o militará en Evópoli?

Yo quiero mantener mi independencia porque, cuando el presidente Piñera me solicita este ministerio, me pide que lo acompañe como independiente. Me siento cómodo en esta postura política y veremos en el futuro cómo se va dando la política. Ahora, la política se hace desde los partidos y no tengo ningún problema en militar si en algún momento se forma un movimiento. Hoy no tengo ningún partido que me identifique plenamente. Evópoli es interesante de seguir, con un Felipe Kast, un Luciano Cruz-Coke, uno ve también que se va incorporando gente independiente, pero no es el minuto de hablar ni de decidirlo. Hay que ver cómo se van dando las cosas.

¿Se ha sentido atraído por Ciudadanos?

Tengo la mejor relación con Ciudadanos y con Andrés Velasco. Ciudadanos va a jugar un rol importante en el sentido que nos va tirar las orejas muy seguido si es que no hacemos lo que hemos prometido. Ciudadanos también está mirando cómo se desarrolla este gobierno y si lo hacemos bien por qué no pensar que puedan estar dentro de esta coalición en un tiempo más.

En lo valórico, ¿se definiría como conservador o liberal?

Me carga esa definición, porque uno tiene de las dos. En temas valóricos uno tiene posturas distintas respecto al tema puntual, pero yo me considero muy respetuoso y no califico a la gente por su postura valórica. Yo soy católico, tengo mi postura, pero creo que lo peor que hicimos como país es que por mucho tiempo no discutimos ninguno de estos temas en forma abierta y amplia.

¿Cuál es su postura respecto de legislar sobre matrimonio igualitario? Ya hay un proyecto en el Congreso.

Yo estoy siguiendo de cerca eso, es importante ver qué va a ocurrir. Y no tengo ningún prejuicio de lo que pueda ocurrir. Uno tiene muchos amigos o familiares que son homosexuales y uno tiene que tener el mayor respeto a su condición. En este tema a mí me gustaría oír mucho al mundo homosexual y respetar la postura respecto del estado legal en el que quieren quedar. Pero descartarlo a priori, por ningún motivo. No estoy cerrado al tema y qué bueno que se toque el tema. Antes estábamos en el peor de los mundos, en que estos temas no se conversaban.

¿Qué piensa de la ley de aborto en tres causales?

Yo no fui legislador y no creo en el aborto. Respeto mucho a los parlamentarios católicos que tuvieron esa postura. Yo tengo hermanos que han apoyado la ley de aborto y son católicos y no están de acuerdo con el aborto, como el caso de Ignacio, pero distinto es legislar para el país. En el país ha habido un doble estándar, se decía ‘no al aborto’, pero una niñita que se queda esperando guagua se tenía que ir del colegio. Acompañemos estos casos, esta realidad, no cerremos los ojos.

El futuro ministro de Vivienda, Cristián Monckeberg, dijo que no es razonable que ningún secretario de Estado se encapsule en su cartera. ¿Usted podría tener otros roles político en el gobierno?

Yo estoy de acuerdo con Cristián Monckeberg. El presidente Piñera nos ha pedido que los ministros seamos grandes comunicadores, que estemos cerca de los problemas, que estemos en la contingencia política, no ser ministros súper técnicos, sino que súper políticos y con eso se entiende un buen servidor público, que esté solucionando los problemas reales de la gente y no encerrados en su oficina. Yo tengo mi postura política de centro y me encantaría que la derecha sea cada vez más de centro. Me encantaría aportar mi postura política en esta coalición y, claro, yo no me siento inhibido en dar a conocer mis posturas sobre otros temas.

¿Su historia familiar podría ayudar a tener un mayor éxito en el Congreso a la hora de abordar proyectos de ley de su cartera?

Fui dirigente gremial y me tocó ir mucho al Congreso, tengo muy buenas relaciones, transversalmente, porque llevo treinta años dedicado al tema gremial y a mi región. Siempre he hablado con los distintos sectores. Creo tener una postura política muy abierta con el mundo parlamentario. Hay que ser objetivo: haber tenido tres hermanos parlamentarios sí ayuda, pero yo ahora estoy feliz en la centroderecha y, bueno, esto se dio así. Yo no estoy amarrado a la historia familiar.

En el próximo Congreso la centroderecha no tiene mayoría. ¿Cómo ve ese escenario?

Hoy el político más votado es el que demuestra mayor seriedad y hoy el centro ha crecido muchísimo, el mundo independiente también y esos mundos valoran mucho el tener parlamentarios que voten en conciencia y con seriedad, independiente de quién presente los proyectos en el Congreso. El dividendo político hoy es mucho más valorado cuando la gente ve que los parlamentarios votan por el mejor proyecto para el país, independiente de su postura partidista. Si vemos por qué Sebastián Piñera salió Presidente de Chile, fue por el apoyo del mundo independiente, que vio en él una apertura. Siempre se habla de la apertura de la izquierda, pero ha habido una supremacía moral de la izquierda cuando se habla de transversalidad y apertura.

La DC en su junta nacional fijó su domicilio político en la centroizquierda aunque se precisó que no habría vetos. ¿Qué espera de la DC como oposición al futuro gobierno?

Yo espero una oposición muy constructiva, igual a la del PS y del PPD porque al político que no apoye estos grandes acuerdos nacionales, el electorado les va a pasar la cuenta en la próxima elección.

¿Su presencia en el futuro gobierno podría acercar a sus hermanos a la coalición?

No, nunca he visto personas más democratacristianas que mis hermanos. Su domicilio político conocido es la centroizquierda. Nadie los va a mover de ahí y yo tampoco espero moverlos de ahí.

“Hay que modificar el Código de Aguas”

¿Qué opina de los cambios impulsado por el gobierno al Código de Aguas?

Hay que modificar el Código de Aguas, que es del año 81. Hay efectos del calentamiento global, porque todo el tratamiento a aguas subterráneas es un tema nuevo. Hoy el agua subterránea es muy importante, porque el cuidado de glaciares no estaba en el antiguo Código de Aguas. Segundo, reconocer que el agua es un bien nacional de uso público, que el consumo humano es primera prioridad y no a la especulación. No estamos de acuerdo en debilitar la certeza jurídica de los derechos de propiedad del agua.

¿Van a desechar el proyecto que ha presentado el gobierno?

No, hay que perfeccionarlo. Debilitar el derecho de propiedad de aguas genera incerteza, eso provoca, digamos, que le metamos un pelo más a la sopa a la inversión. Nosotros tenemos títulos de dominio súper claros en la tierra y también los queremos tener respecto del agua, porque la tierra sin agua y sin clima no funciona. Acá hay un triángulo que para la agricultura es muy importante: clima, suelo y agua.

¿Cómo ve el impacto de la caída del dólar en el sector exportador?

Tenemos varias amenazas para cumplir nuestro programa agrícola, una es el tipo de cambio. A nosotros nos afecta súper fuerte si baja un 8% el tipo de cambio, afecta un 30% el margen bruto de la empresa, de la rentabilidad de la empresa. Entonces el tipo de cambio siempre ha sido muy sensible y el ministro de Agricultura no puede decir no hay nada que hacer. Yo soy el primer interesado, como ministro de agricultura, en tener un tipo de cambio estable y competitivo. Esto es un tema mundial, es un tema que como sector no lo podemos cambiar, pero la gestión frente al Banco Central, frente al ministro de Hacienda, para mantener los equilibrios, la vamos a hacer. El agricultor no grita de llorón, grita porque realmente tiene un impacto muy fuerte. La agricultura chilena es básicamente exportadora.

¿Va a impulsar alguna medida para mitigar ese efecto de la caída de dólar?

No existen las soluciones mágicas. Si hubiera un ministro de Agricultura que dijera “yo les voy a arreglar el problema”, no le crean a ese ministro. El tema es muy complejo, es mundial, tenemos poco juego de pierna. Sí tenemos la suerte de tener un ministro de Hacienda muy sensibilizado con nuestro sector y un Presidente la República muy sensibilizado con nuestro sector, que estoy muy seguro que van a hacer todo lo que este a su alcance en este tema.

Fuente: La Tercera

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