Aguas residuales del norte de Chile serán reutilizadas para regar cultivos

La planta de Aguas Residuales Tratadas (ART) está ubicada en la zona de cerrillos de Tamaya, en la comuna de Ovalle del norte de Chile, y es parte de la estrategia regional de desarrollo hídrico, mientras que la ejecución del proyecto está a cargo de Fundación Chile.

Ulrike Broschek, subgerente de sustentabilidad de Fundación Chile, sostuvo que este tipo de sistemas puede ser utilizado en procesos productivos como la minería y para el riego de plantaciones de especies como frutales.

Broschek explicó que el proyecto surgió luego de realizar un análisis para buscar soluciones a la sequía de la región de Valparaíso, tras lo que se concluyó que reutilizar aguas residuales en la zona de Coquimbo ofrecía resultados interesantes y con un costo menor que alternativas como la desalación del agua de mar.

“Para Coquimbo quisimos replicar el análisis porque también había un volumen importante de aguas residuales. El Gobierno regional nos solicitó replicar esto enfocados en las que se generaban a nivel rural”, comentó Broschek.

Asimismo, la representante de Fundación Chile indicó que “son aguas residuales que vienen de plantas de tratamiento, pero más pequeñas que las de zonas urbanas y de las que se utilizan en los emisarios submarinos”.

“En Coquimbo son plantas con sistemas de tratamiento y que generalmente usan la tecnología de lodos activados. Esto produce aguas de muy buena calidad y que se pueden aprovechar para distintos usos pero que hoy no son utilizadas y generalmente son descargadas”, agregó Broschek.

Por otra parte, la subgerente de sustentabilidad de Fundación Chile indicó que este tipo de plantas pueden ser utilizadas en los cultivos de tipo aéreos como los arboles frutales, como también para la producción de uvas, olivos, paltos, entre otros.

Broschek comentó que la planta está siendo utilizada para regar 6 hectáreas de cultivos de alfalfa, mientras se desarrollan otros estudios para replicar la iniciativa en la producción de otras especies.

Además, explicó que la planta permitirá obtener ganancias por 24 millones de pesos (USD 40.000) anuales y que estiman que la inversión se recuperará en un plazo de dos a dos años y medio.

“Esto lo hace interesante para ser replicado en otro tipo de cultivos, sobre todo dado que la alfalfa tiene un bajo precio comercial, por lo que este es el escenario más conservador, ya que cualquier otro cultivo podría generar una mayor rentabilidad”.

Finalmente, la subgerente de sustentabilidad de Fundación Chile recalcó que se están aplicando todos los estándares internacionales para un uso seguro e inocuo del agua y que además, la iniciativa permitirá fomentar soluciones productivas más sustentables.