Presidente de Fedefruta: \”De alcanzar su potencial, Ñuble se transformará en el polo hortofrutícola más grande del país\”

En la edición de abril de MundoAgro, donde se tocó como tema central las oportunidades de Ñuble como zona agrícola y, en especial, frutícola, el presidente de Fedefruta entregó su visión sobre el potencial de esta región que considera bisagra.

A continuación, la entrevista que dio Valenzuela a la Revista.

¿Cómo la Región de Ñuble se vio favorecida en la repartición de tierras al separarse de Biobío?

“La Región de Ñuble se ve favorecida, ya que desde ahora se vislumbra en el mapa una región intrínsecamente agrícola y de enorme potencial hortofrutícola, cosa que no era así cuando era parte de BioBío, sino solo una actividad más de la región. Con este cambio, toma mucho más visibilidad el agro de Ñuble.

“Esto permite que se desarrollen planes y se destinen recursos específicos para una zona que tiene sus necesidades y problemáticas particulares, que necesita generar empleo, reducir brechas en las zonas rurales que acá son importantes. Con este cambio se nos hizo posible instalar oficinas de nuestro gremio en Chillán y transformarnos en Agentes Operadores Intermediarios de Corfo en Ñuble, lo que permitirá ayudar a acelerar el desarrollo y la competitividad de sectores productivos de la región, incluyendo por supuesto el frutícola. Desde ahora hay autoridades y entidades dedicadas exclusivamente a la región y eso, nos parece, que es muy positivo para el crecimiento de Ñuble”.

¿Se puede hablar de “la” nueva región frutícola de Chile? ¿A qué se atribuye?

“Cuando hablamos del desarrollo frutícola del Sur de Chile, siempre partimos considerando desde la Región de Ñuble, justamente, hacia el sur. Ñuble es una región bisagra desde el punto de vista frutícola, con su potencial de crecimiento para cultivos de alto valor en los mercados, como los arándanos, las cerezas, y frutos secos como las nueces, los avellanos europeos y los castaños. Estos son los productos que están cambiando la cara de la fruticultura nacional, es más, que SON la cara de la fruticultura chilena en estos momentos, y Ñuble por su suelo y clima es capaz de producir y exportar.  

“La Región de Ñuble se ha abierto a la producción frutícola de exportación debido a dos factores: los avances en tecnologías como la nueva genética y, claro está, el cambio climático, que ha provocado la apertura de nuevas zonas agroclimáticas desde esta zona hacia el sur.  El principal impacto entonces del cambio climático es la irrupción de Ñuble y del Sur en el concierto de la producción y el comercio de fruta de calidad, de alto valor e inocua para los mercados más exigentes, y es allí donde radica la mayor oportunidad de la región como zona agrícola. Además, creo que con el cambio climático, se abren oportunidades a futuro para otros frutales como los carozos y, por qué no, la uva de mesa”.

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¿Cuál es el potencial productivo de la Región de Ñuble?

“Según el último catastro, hay casi 11 mil hectáreas de frutales en Ñuble, pero se proyecta que en la actualidad haya más de 14 mil, principalmente de arándanos, cerezas, manzanas, frambuesas y frutos secos, y creemos que el verdadero potencial da para mucho más. Actualmente en Ñuble hay 40 mil hectáreas con riego, y de avanzar en políticas públicas para la gestión hídrica y la construcción de embalses como el de Punilla, podemos llegar a las 150 mil hectáreas con riego, como estimación.

“Esto nos permite pensar en que el crecimiento de la superficie plantada con frutales en Ñuble seguirá avanzando de manera exponencial, puesto que la fruticultura de la región, en la actualidad, está solo ocupando el 10% del potencial real de superficie eventualmente disponible para frutales. De alcanzar su potencial, Ñuble se transformará en el polo hortofrutícola más grande del país. Por eso, como Fedefruta, creemos tanto en la nueva región, por su potencial de crecimiento, por el tipo de especies que pueden producirse. En Ñuble está el futuro”. 

¿Existe además un costo de tierra menor que facilita la producción en la zona?

“Es relativo. En comparación a otras zonas frutícolas, efectivamente la tierra tiene un menor costo, pero esto se debe a que en O\’Higgins, por ejemplo, hay 87 mil hectáreas con frutales y no existe espacio para plantar más. Por ello el valor de la tierra para predios agrícolas en la zona central. En Ñuble, mientras tanto, hay superficie disponible para habilitarlas como huertos, lo que sin embargo irá cambiando cuando las hectáreas con frutales se incrementen del modo que esperamos. El costo de la tierra irá aumentando cada día más”. 

¿Qué transformaciones agrícolas requiere la región?

“Requiere del traspaso de tecnologías para los pequeños y medianos agricultores en términos de variedades y herramientas eficientes para el riego, y en especial de capacitaciones para que los productores efectivamente puedan hacer el mejor uso de estas tecnologías. Esa ha sido una de las grandes inquietudes que nos han planteado los agricultores de la zona, un proceso de modernización, de reconversión y de traspaso de tecnologías que sea implementado con información y capacitación, junto con financiamiento adecuado para adentrarse en estas tareas que son importantísimas. La otra transformación que requiere la región es la construcción de embalses, con el fin de asegurar el riego para todos los cultivos de la zona”. 

¿Qué necesidad hídrica existe en la región?

Los desafíos relacionados a la disponibilidad hídrica son una de las limitantes de la zona, justamente, y la mayor necesidad va por la construcción de embalses como el de Punilla, lo que consideramos como una tarea urgente para consolidar el desarrollo agrícola de Ñuble, y acelerar el camino para llegar al máximo del potencial que tiene esta región. La construcción de embalses va mucho más allá de subsanar la situación, francamente es algo esencial para el desarrollo frutícola. Al mismo tiempo, hay muchísimo que hacer en la inversión en riego, en tecnología de riego, riego por goteo, canales, obras, y traspaso de herramientas, lo que esperemos vaya de la mano con la plantación de hectáreas con frutales dirigidos hacia la exportación. En eso estamos trabajando justamente con Corfo, para traspasar tecnologías que hagan más eficiente el riego ahora, ya que las oportunidades que tiene Ñuble no pueden esperar”.

¿Qué obstáculos fitosanitarios presenta la zona? En este sentido, ¿qué tipo de articulación están realizando con el SAG?

“Desde el punto de vista de las enfermedades y de las plagas, los obstáculos son los mismos que encontramos en todo Chile, y como en cualquier región productiva, hay que tener las precauciones debidas para que estén a día todos los controles fitosanitarios en las zonas fronterizas y urbanas. Asimismo, velamos para que los productores accedan a la mayor cantidad de información desde el SAG para que realicen todos los controles debidos en sus huertos, en los momentos y con los insumos oportunos. Dicho eso, se ha hablado de la posibilidad de aplicar Systems Approach para la producción de arándanos, lo que sería muy beneficioso para la región.  Por eso hemos articulado reuniones entre el SAG y los agricultores de Ñuble para acelerar estos temas, accionar acuerdos y lograr trabajos en conjunto para enfocar de la mejor forma estas tareas”. 

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